Para quienes no conozcáis a Eduardo Villar todavía, deciros que una persona entusiasta y vital. La curiosidad y la pasión le acompañan en su día a día; no le asustan los cambios, al contrario, son uno de los motores de su vida y cada día pone su empeño en que conozcamos la importancia que tiene alimentarse con pan artesano y no pan en masa, congelado y barato.
Por ello, al igual que muchos panaderos, su trabajo no sólo se reduce a estar en el obrador preparando y horneando, de vez en cuando tiene que salir fuera a explicar cuestiones del pan a profesionales de la restauración, impartir talleres o cursos de formación para elaborar pan, asistir a ferias y eventos, investigar nuevas recetas, etc. Todo esto con el fin de que el pan artesano ocupe su verdadero lugar.
Un panadero con mucha miga
25 de junio, 2014