Un pan rústico, de corteza dura, miga abundante y de alveolos irregulares, esto le dota de unas propiedades que lo lo hacen ser más duradero y que se conserve tierno durante varios días. Una característica muy llamativa de este pan, es su gran tamaño y su forma redondeada.
Os recomendamos que lo comáis con embutidos. Para conservarlo todavía más tiempo, podéis pedir que os lo cortemos en rodajas, así después, las congeláis y cuando las vayáis a comer las dejáis a temperatura ambiente o las podéis tostar, se quedan perfectas 😉