El pan de molde blanco nos ha acompañado durante toda nuestra vida, y cuando está hecho artesanalmente como el nuestro se nota, tierno, ligero y esponjoso. Ideal para tostar y que sea vuestro desayuno principal o para hacer los mejores sandwiches y bocadillos, lo puedes combinar con cualquier comida que desees.
Dura perfectamente varios días, y siempre tenéis la opción de congelarlo en rebanadas y sacarlo cada día.