El ajo negro fue descubierto en Japón, es un de los mayores antioxidantes que se conocen, gracias a que no lleva ni aditivos ni conservantes, hacen que sus cualidades se multipliquen, su concentración de aminoácidos, oligoelementos y vitaminas en casi 10 veces superior a las de un ajo fresco.
El pan de ajo está hecho a base de harina integral de trigo, harina de centeno y trigo roto. Todo ello está mezclado con aceite aromatizado de albahaca y ajos negros que aportan un aroma y sabor intenso sin llegar a que repita. Un pan crujiente por fuera gracias a la propia corteza que está recubierta de semillas y pipas.
Muy buena combinación sería comerlo con un buen jamón 😉