Como ya hemos dicho en otras ocasiones una de las ventajas del pan artesano es su larga duración en perfecto estado. Nuestros panes pueden durar varios días sin perder sus propiedades, por ello, hoy os vamos dar una serie de pautas para mantener una buena conservación y aprovecharlo al máximo.
Guardarlo a temperatura ambiente es fundamental y no dejarlo expuesto al aire sin protección. Guardar el pan en su bolsa de papel o de algodón/lino.
Si no tienes pensado realizar un consumo inmediato lo mejor es congelarlo el mismo día de su compra, así se mantendrá en perfectas condiciones.
Si optas por congelarlo lo ideal es que lo guardes en una bolsa de plástico de congelación y sacar todo el aire. Lo bueno es que lo puedes trozear o guardar en rebanadas. Luego para descongelarlo no olvides hacerlo a temparatura ambiente y si quieres recuperar esa corteza crujiente puedes pasarlo por el tostado o darle un golpe de horno, así estará como el primer día.
Todo esto os permitirá tener siempre pan de muy buena calidad en casa, disponible para las tostadas del desayuno o para una comida, sin tener que estar pendiente de comprar pan a diario.