Horno Arguiñano se fundó en el año 1991, con el fin de volver al origen de las panaderías de antes, gracias a su obrador, en el que diariamente se elabora y se vende el producto en el mismo establecimiento.
Más tarde, en el 2006 Eduardo Villar se pone al frente de Horno Arguiñano después de una intensa y práctica formación con el único objetivo de defender y garantizar un producto de calidad elaborado de forma tradicional, “hecho como antaño, como toda la vida”.
Dentro de su amplia formación cabe destacar su periodo de aprendizaje en Lucerna (Suiza), en la prestigiosa Escuela Richemont, con una formación profesional reglada. Más tarde pasaría a ser miembro del reconocido Club Richemont. También se formó en la Escuela de cocina Cast Alimentari en Brescia (italia), en el CETECE de Palencia, en la Escuela ASEMAC de Madrid y en la Escuela Puratos de Barcelona.
En 2013 fue elegido presidente por la Asamblea General Ordinaria de la Asociación de Fabricantes y Expendedores de Pan de La Rioja (ARFEPAN) y también es Miembro de la Confederación Española de Organizaciones de Panadería de CEOPAN. Ese mismo año consiguió que se aprobara la marca de calidad colectiva, “Pan Sobado de La Rioja”, un distintivo que nace para dar mayor valor al producto, defendiendo y garantizando el origen geográfico, la calidad de las materias primas y su elaboración artesanal. Más tarde se incluyó la marca en el distintivo de calidad Alimentos de La Rioja.
A día de hoy se elaboran más de 30 clases diferentes de panes. Trabajamos todo el tiempo con nuestros clientes para poder satisfacer todo tipo de paladares.
Colaborador asiduo de los centros tecnológicos agroalimentarios como el del Centro Tecnológico Agroalimentario de Nájera (CTIC-CITA), el Centro Tecnológico de Investigación del Champiñón de La Rioja (CTICH) y el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria (CNTA), con los que trabaja para el análisis de sus distintos panes, con el fin de mejorar las recetas y garantizar la calidad, para dar el mejor servicio a su clientela.
La fijación de Eduardo Villar por el pan artesano ha situado a Horno Arguiñano como un referente de la panadería tradicional en La Rioja y poco a poco se está extendiendo a distintos países europeos en los que imparte cursos y da ponencias, gracias al programa europeo Cluster FooD+I que apoya y fomenta la competitividad y desarrollo del sector agroalimentario a través de la cooperación y la innovación.
En la actualidad Horno Arguiñano posee el sello de Artesanía de La Rioja y un sello de Comercio Excelente, junto con el premio a la trayectoria empresarial agoralimentaria en los IV Premios “La Rioja Capital”. A día de hoy se elaboran más de 30 clases diferentes de panes.