El pan de cristal se caracteriza por tener una corteza fina, pero a su vez muy crujiente, la miga muy ligera y poco densa, es un pan muy delicado, de ahí su nombre, y sobre todo por lo más sorprendente, es un pan que a contraluz es casi transparente. Su sabor es muy suave y es ideal para potenciar los matices de otros alimentos.
Una autentica delicatessen si lo combinas con algo de embutido o con un chorrito de aceite de oliva.